Las profesionales de la Fundación Tutelar de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha han comenzado a realizar atenciones domiciliarias y acompañamientos a sus respectivos tutelados y curatelados tras el confinamiento por el COVID-19, ajustándose a estrictas medidas de protección e higiene contempladas en el Plan de Desescalada que afecta tanto al equipo profesional de FUNDACE CLM como al de ADACE CLM.
Un ejemplo de este regreso a la actividad es el de nuestra compañera Irene Vela con José Luis, vecino de Bargas, al que ha visitado en su domicilio y ha acompañado a realizar diversas gestiones, tales como acercarse a la farmacia para adquirir mascarillas sanitarias.
Unos encuentros que sirven tanto para proporcionar un rato de distensión y cercanía, con el importante componente de apoyo psicológico que esto supone, como para conocer las posibles necesidades o carencias que los tutelados y curatelados de FUNDACE puedan tener.
Además estos encuentros son muy importantes para comprobar si entienden, respetan y cumplen las medidas higiénicas y de protección ante la actual situación, ya que en algunos casos, y debido a las secuelas del DCS que padecen, no tienen la capacidad plena para asimilarlas.
Estas visitas complementan el contacto permanente, telefónico y por otros medios telemáticos, que las profesionales de FUNDACE tienen habitualmente tanto los tutelados/curatelados como con los profesionales de servicios sociosanitarios y administraciones públicas que tienen relación con cada uno de los usuarios.
La Fundación Tutelar de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha desarrolla su labor desde hace 13 años, dando apoyo y asesoramiento jurídico y sociosanitario a las cerca de 30 personas con DCS sobre las que ejercen cargos tutelares, además de a sus familias.