El Daño Cerebral Sobrevenido

En esta sección trataremos de aclarar qué es el Daño Cerebral Sobrevenido, sus causas y consecuencias. Si después de su lectura no has satisfecho tus dudas, puedes realizar una consulta directamente a través del acceso directo que encontrarás en la página principal de esta web.

¿Qué es Daño Cerebral Sobrevenido?

El DCS es posterior al nacimiento y no se debe a proceso degenerativo. Supone una lesión en el sistema nervioso por la que aparecen problemas en su funcionamiento, pudiendo afectar en muy diversos grados a la persona. En función de la zona del cerebro, se verán alterados el lenguaje, la memoria, algún sentido, la capacidad de movimiento, el humor…

Causas

Sus causas son los accidentes de tráfico, laborales… que conllevan un traumatismo craneoencefálico. También sobrevienen por accidente cerebrovascular (ictus), tumores cerebrales, infecciones, anoxia (falta de oxígeno)… que dan lugar a un deterioro de diferentes zonas del cerebro.

Consecuencias (psicosociales y jurídicas)

Por su carácter sobrevenido, este daño cerebral supone una quiebra en la trayectoria individual y familiar. Se trata de una discapacidad transversal, que requiere intervenciones multidisciplinares adecuadas en distintos momentos. La coordinación de áreas sanitarias y sociales resulta prioritaria para afrontar con éxito los distintos ámbitos de actuación requeridos, comenzando por la prevención, los protocolos hospitalarios, la rehabilitación, los cuidados a largo plazo y las estrategias de reinserción comunitaria.

Sus manifestaciones pueden ser severas, moderadas o leves y sus consecuencias son:

Secuelas físicas: comprenden alteraciones motoras (movilidad y lenguaje) y/o sensoriales (visión, audición, tacto, olfato y gusto).

Secuelas cognitivas: problemas psiquiátricos y/o psicológicos de regulación y control de la conducta, dificultades de abstracción y resolución de problemas, trastornos de aprendizaje y memoria y alteraciones en el ámbito de la personalidad y el ajuste emocional.

El daño cerebral, además de las secuelas dramáticas en la persona que lo sufre, produce importantes trastornos en el ambiente familiar. Es necesario prever el tratamiento psicológico y asistencial que podrán necesitar las familias.

A partir de este conocimiento tenemos que ver las necesidades que tienen estas personas, en algunos casos requieren control y vigilancia de sus actuaciones, y por dictamen judicial son declarados incapaces para gobernar su vida.