El Patronato de la Fundación Tutelar de Daño Cerebral de Castilla-La Mancha (FUNDACE CLM) ha celebrado su segunda reunión ordinaria del año, en la que ha aprobado por unanimidad tanto la Memoria de 2020 como el Presupuesto y Plan de Actuación para el próximo ejercicio, así como el Plan Estratégico que guiará su actuación en el período 2021-2023.

Un Plan Estratégico que contempla seis grandes líneas de actuación con las que se pretende seguir mejorando el servicio que prestamos a las personas que han visto modificada su capacidad de obrar y personas con discapacidad y familias que necesiten información ayuda en el ámbito jurídico y sociosanitario.

Así, una primera línea se centra en mejorar la financiación de la Fundación, buscando para ello fundamentalmente un aumento de recursos privados. Además se contempla la necesidad de incrementar las relaciones externas de FUNDACE CLM para aumentar el conocimiento en la sociedad sobre la labor que realizamos.

Un tercer capítulo se dirige a implantar en FUNDACE CLM un sistema de gestión de la calidad por procesos, mientras que las dos siguientes líneas estratégicas tienen que ver con aumentar los recursos humanos de la Fundación y, en especial, potenciar la presencia de la figura del auxiliar de tutela en todas las provincias.

La última línea estratégica es la sociosanitaria, donde se plantea trabajar en el desarrollo de una intervención coordinada ente el aspecto social y sanitario, de manera que los recursos de los que disponemos se ajusten a las necesidades de las personas a las que tutelamos y curatelamos, y en caso necesario incidir en la creación de los recursos públicos que sean necesarios.

El Patronato de FUNDACE CLM está compuesto por representantes de la propia Fundación, de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (ADACE CLM) y de la Fundación ‘Carmen Arias’, siendo su presidente Jesús Aparicio. Entre sus principales funciones están la de participar de forma activa en la planificación a medio y largo plazo de la entidad, así como evaluar el impacto social del trabajo que se realiza y si éste ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas a las que tutelamos y curatelamos.